ANDENI BURGOS

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lunes, 19 de marzo de 2012

Diario de Burgos, 18 de marzo de 2012
Gadea G. Ubierna

Controles cada vez más severos
Los casos de rechazos de menores al cabo de un tiempo de hacerse efectiva la adopción han provocado que muchos países hagan un seguimiento exhaustivo y obliguen a que las familias envíen informes hasta pasados varios años.
Una delegación del Centro Chino de Bienestar Infantil y Adopción (China Centre for Children’s Welfare and Adoption - CCCWA) se reunió en junio del año pasado con la Dirección General de Política Social, de las Familias y de la Infancia en la que la comitiva asiática explicó el porqué de algunos de los cambios y nuevos requisitos que habían impuesto en los procesos de adopción. De hecho, en la información que da la página web de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades se especifica, literalmente, que «consideran que hasta la fecha la colaboración entre las partes [España y China] ha sido muy buena, pero en este momento están muy preocupados por los rechazos, por parte de las familias o de las comunidades autónomas, de asignaciones que se han producido».

Hay países, como Colombia, que desde el primer momento dejan claro que la adopción plena rompe vínculos de filiación con la familia de origen y es irrevocable. Es decir, informan de que no es posible ‘devolver’ al menor si las cosas no van bien. Este es un fenómeno que, aunque no se puede cuantificar con cifras, parece estar produciéndose en ocasiones en las que o bien el menor tenía unas características distintas a las que se habían señalado o, también, los padres adoptivos no estaban realmente preparados para afrontar la situación. En cualquier caso, tanto las autoridades chinas como las de otros países están tratando de prevenir por todos los medios que puedan producirse rechazos a las asignaciones y, por lo tanto a los niños mediante un endurecimiento de los requisitos previos a la adopción, pero también posteriores, en lo que se denomina el seguimiento.

China es uno de los casos llamativos porque todas las parejas que tuvieran «invitación oficial» para viajar al país y recoger al niño antes del 1 de agosto del año pasado, solo tienen que enviar dos informes: uno a los seis meses y otro al año de la adopción. Junto a estos documentos, deben enviar otro informe médico del pequeño, un reportaje con ocho fotografías en las que aparezca el menor con sus padres y otros miembros de la familia [no pueden ser en blanco y negro y en el reportaje correspondiente al informe que se hace a los seis meses de la adopción hay que incluir imágenes del procedimiento de registro en China] y, por último, el resguardo de una transferencia bancaria que se hace por las traducciones del castellano al chino.

En cambio, quienes tengan fecha para viajar después del 1 de agosto de 2011, tienen que enviar otros cuatro informes completos más: al año, a los dos años, a los tres años y a los cinco años. Además, en el control que se hace a los seis meses deben incluir también una copia de la carta de invitación para viajar a China, una copia del pasaporte del menor adoptado y reservar algunas fotos del reportaje para el proceso de adopción en China, en lugar del registro. A medida que pase el tiempo, es decir, en los controles de los dos, tres y cinco años, tienen que aportar un informe escolar del niño y, en caso de que este tenga diez años o más, una redacción de su puño y letra.

El Centro Chino de Bienestar Infantil y Adopción -que también organiza viajes a China para que tengan contacto con sus raíces- justifica estas novedades diciendo que desde el año pasado tienen la función de prestar «más atención» sobre la situación de los niños.

Una actitud semejante adoptó también India, un país que desde octubre del año pasado exige seis informes en lugar de cuatro, que deben completarse con otro informe del colegio, album de fotos y sentencia de adopción española para acreditar la nacionalidad del niño. Este punto es importante porque, en función de la fecha en la que obtenga la nacionalidad, podría darse el caso de que los padres tuvieran que mandar más informes.

En 2011 también hubo endurecimiento de los controles en Lituania, pero hay países que tomaron esta decisión con bastante antelación y en arras a tener más garantías de estabilidad para el pequeño. Caso aparte es Rusia, que desde siempre ha sido muy riguroso con los plazos en los que se envían los cuatro informes obligatorios que, en teoría, hay que remitir hasta que transcurre el tercer año de adopción, pero que en función de los casos pueden tener que enviarse cada año hasta la mayoría de edad del adoptado.

Sin embargo, sigue habiendo países que no es que no endurezcan sus condiciones, sino que es que siguen sin establecer ninguna. Una vez que el menor llega a España, se rompe el vínculo legal o administrativo con su país de origen. Es el caso de Sri Lanka, Hungria, Marruecos, Panamá o Ucranía, un país en el que es posible la adopción sin intermediación de la Junta o de una entidad acreditada porque el interesado puede presentar la documentación por su cuenta en las autoridades ucranianas competentes. Otros, como Cabo Verde (en el que hace más de un año que se paralizaron las adopciones) solo se exige un informe a los seis meses.

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